INGREDIENTES

1/2 taza de semillas de calabaza

Una pizca de cúrcuma

Una pizca de paprika

Una pizca de comino

Un pellizco de sal marina

Aceite de oliva

Las cantidades son aproximadas, aunque puedes modificarlas al gusto.

PREPARACIÓN

Lo primero que debemos hacer es pelar las pipas y lavar. Secar con papel absorbente. En un bol, mezclar todas las especias con la sal. Añadir las pipas peladas en el aliño.

Ponemos el horno a precalentar a 180ºC. Distribuimos las pipas en una bandeja de horno con papel y untamos con un poco de aceite de oliva. Hornear por 15 minutos. Dejar enfriar.

Para conservarlas frescas y crujientes, lo ideal es reservarlas en una bolsa hermética. Y ya están listas para disfrutarlas como snack en una calurosa tarde de verano.

 

INGREDIENTES

180 gramos de chocolate blanco para fundir

120 gramos de nueces de macadamia

20 gramos de crema de licor

Virutas de chocolate blanco

PREPARACIÓN

Hoy os traemos una receta deliciosa y muy dulce, ideal para estos días de fiesta. Con las comidas y cenas de Navidad a todos nos gusta acabar con un bocado dulce, y nada mejor que esta receta de trufas de chocolate blanco y nueces de macadamia. Una versión un poco más original de este típico dulce, ideal para sorprender a los más golosos en estas fiestas.

Este fruto seco (que por cierto, si no tienes en casa, no olvides comprar nueces de macadamia, fundamental en esta receta) originario de Australia, es muy nutritivo y energético. Entre sus propiedades cabe destacar que se trata de un fruto muy cardiosaludable, ya que aportan grasa monoinsaturada y ayudan a bajar los niveles de colesterol malo y subir los niveles de colesterol bueno.

Si preferís las trufas de chocolate negro, no hay problema, basta con cambiarlo por el blanco que os proponemos en esta receta.

En primer lugar, vamos a hacer una pasta con las nueces de macadamia. Es sencillo: pon en un vaso de batidora y bate hasta conseguir una pasta densa y compacta. El propio fruto suelta un aceite que ayuda a generar esta pasta. Reserva.

En un recipiente, pon a fundir el chocolate con el método del baño María. Vigila que el chocolate no entre en contacto con el agua. Cuidado con la temperatura, pues este chocolate es más delicado y puede quemarse.

Una vez fundido, baja la temperatura e incorpora la pasta de nueces y la crema de licor (es opcional, si prefieres, puedes eliminar este ingrediente). Una vez que todos los ingredientes queden integrados y se genere una pasta suave y fina, retira del fuego, vierte en un recipiente y espera unos minutos, que pierda temperatura. Cubre con papel film y reserva en el frigo.

Una vez fría, puedes comenzar a formar las trufas. Ayúdate de dos cucharillas y dale forma redondeada. Rebózalas en las virutas de chocolate y ponlas en moldes para magdalenas. Vuelve a meterlas en el frigo para que cojan cuerpo y… ¡listas para disfrutar!

 

 

INGREDIENTES (para 4 personas)

320/400 gramos de pasta

1 litro de agua

Sal

Aceite de oliva

220 mililitros de leche evaporada o nata para cocinar

1 puerro

125 gramos de gorgonzola

50 gramos de nueces

Pimienta negra molida

 

PREPARACIÓN

Hoy os traemos un rico y sencillo plato de pasta. Cabe recordar que, aunque os lo presentemos con un tipo de pasta concreto, en este caso los tagliatelle, es posible realizarlo con cualquier tipo. En este caso, aquellas pastas frescas rellenas vienen muy bien con esta cremosa salsa.

El queso gorgonzola es la base de la salsa. Es un queso cremoso, fuerte, enmohecido, de origen italiano y base de muchas recetas. Es un queso de sabor intenso y aromático.

Las nueces completan esta receta, dando un toque crujiente y original. Además, ayudan a matizar el sabor de la salsa.

Así que ya sabes, si no tienes en tu despensa, no olvides apuntar ‘comprar nueces’ en tu lista de la compra.

Comencemos por cocer la pasta. En una olla, agregamos agua, sal y una cucharada de aceite de oliva. Cuando comience a hervir, echamos la pasta y la cocemos los minutos que aconseje el fabricante. Una vez cocida, enjuagamos, escurrimos, agregamos un chorrito de aceite de oliva y reservamos en un bol.

Para la salsa, lo primero es picar el puerro y refreír en un poco de aceite de oliva virgen extra. Cuando este dorado, añadimos la nata y removemos. En esta salsa, agregamos el queso gorgonzola troceado, ponemos a fuego lento y removemos hasta que se derrita y consigamos una salsa espesa. Si queremos rebajarla, podemos añadir un poco de leche.

Sobre el bol de pasta ya cocida, añadimos la salsa, agregamos las nueces troceadas y echamos un poco de pimienta. ¡Listo para servir!

Aconsejamos comer en el momento, pues la salsa tiende a espesar. Si sobre, lo ideal es calentar a fuego lento con un chorrito de leche e ir removiendo, para que se integre.

Las nueces son un fruto rico en ácido linoleico, ácido graso esencial para el sistema cardiovascular, ya que ayuda a reducir la cantidad de lípidos y colesterol en sangre: todo un aliado para nuestro corazón.

INGREDIENTES

2 kilos de espinacas

100 gramos de queso Idiazábal

600 gramos de tomates maduros

5 dientes de ajo

40 gramos de piñones

Harina

2 huevos

20 gramos de copos de patata

Aceite de oliva virgen extra

Sal

PREPARACIÓN 

Hoy os traemos un plato de albóndigas delicioso y lleno de sorpresas. Y es que las albóndigas clásicas han sabido reinventarse y la receta de hoy es un claro ejemplo de ello. Además, es una forma perfecta de que los más peques tomen verduras, puesto que las espinacas son un ingrediente esencial en esta elaboración. Si no tienes espinacas, puedes utilizar cualquier otra verdura de hoja verde. Del mismo modo, el queso que utilizaremos en esta receta es queso Idiazábal, pero puedes usar un poco de queso azul o incluso queso manchego. Lo que sí es fundamental que respetes son los piñones, pues casa a la perfección con los matices de esta receta.

 

Para la salsa de tomate:

En primer lugar, pica los dientes de ajo y dóralos en una sartén con un poco de aceite y añade los tomates, pelados y troceados. Añade sal y cocina a fuego lento hasta conseguir una salsa de tomate. Reserva.

 

Para las albóndigas vegetales:

Lava las espinacas y cuécelas en abundante agua con sal durante 5 minutos. Escúrrelas buen. A continuación, pícalas lo más fino posible y reserva en bol. Ralla encima el queso, agrega los piñones y los copos de patata y mezcla todo bien hasta conseguir una masa más o menos homogénea. Lo siguiente que debes hacer es coger pequeñas porciones y dar forma redondeada con las manos.

Llega el momento de freírlas. En primer lugar, pásalas por harina y huevo batido y fríelas con abundante aceite bien caliente. Prepara una bandeja con papel absorbente y escúrrelas.

Calienta el tomate y añade, con cuidado de que no se desboronen, las albóndigas, y deja que se cuezan ligeramente en la salsa, para integrar los sabores.

¡Todos a comer!

INGREDIENTES

200 gramos de harina

5 gramos de levadura

5 gramos de sal

100 gramos de agua

10 gramos de aceite de oliva virgen extra

pipas de girasol peladas

PREPARACIÓN

Hoy os traemos una receta sencilla, rápida y muy sana. Además, se trata de una elaboración muy divertida para hacer con los más peques y que dejará sin palabras a todos los miembros de la familia. Ideal para un picoteo ligero, como acompañante de cualquier comida y perfecta para tomar con amigos viendo una película o un partido, acompañado de unos refrescos o cervezas.

El crujiente de pipas es una receta muy agradecida, pues con pocos ingredientes y sin tener que rascarnos demasiado el bolsillo obtendremos un snack sabroso y sano. Y es que las pipas de girasol tienen una serie de propiedades que las hacen esenciales en nuestra dieta: como cualquier fruto seco, son ricas en fibra, vitamina E, ácidos grasos, calcio y fósforo.

En primer lugar, pesa la harina y tamízala en un bol. Añade el resto de ingredientes: la levadura, la sal, el agua y el aceite de oliva. Comienza a amasar hasta que se integren los ingredientes y obtengas una masa homogénea y fina, tipo la masa para pizzas. Puedes hacerlo con una amasadora o robot de cocina, y también a mano. Es una masa sencilla de trabajar, por lo que no será un trabajo pesado.

Deja reposar la masa unos 15 minutos, siempre tapada por un paño o papel film. Transcurrido este tipo, espolvorea harina en la mesa y comienza a extenderla con un rodillo. Enharina el rodillo para que esta no se pegue y sigue amasando hasta obtener una base de medio centímetro aproximadamente de grosor.

En este momento, humedece ligeramente la masa con agua, bien con las manos o bien con un pincel, y añade las pipas peladas. Pasa el rodillo suavemente por encima para conseguir que las pipas queden bien adheridas a la masa.

Precalienta el horno a 200º. Mientras el horno se calienta, corta la masa en rectángulos o tiras de la medida que desees. Añade una cubierta de teflón o papel de horno a la bandeja y coloca estas tiras con cierto espacio entre ellas.

Introduce en el horno y deja cocer durante unos 15 minutos, hasta que comiencen a dorarse. Evita que se pase, pues quedarán excesivamente crujientes. Deja enfriar en una rejilla y guarda en un recipiente hermético para evitar que pierda sus propiedades.

Ahora solo queda disfrutar de estos crujientes solo o en compañía.

INGREDIENTES

2 huevos

40 gramos de azúcar

1 yogur natural

100 gramos de harina

10 gramos de levadura en polvo

25 gramos de pistachos

100 gramos de melocotón en almíbar

1 manzana

Aceite de oliva virgen extra

Mermelada de melocotón

Hojas de menta

PREPARACIÓN

Apunta comprar pistachos en tu lista de la compra. Y es que la receta que te traemos hoy son unos deliciosos bizcochitos de manzana y pistacho. Ideal para un cumpleaños, para darte un capricho dulce un fin de semana o para llevar a la piscina como merienda. Estos deliciosos y esponjosos bizcochos pueden hacerse en porciones individuales, de forma que será mucho más cómodo y fácil de transportar y consumir. Además, al hacerlos en casa, nos aseguramos de estar cocinando un bocado dulce, sano y equilibrado.

La manzana aporta toques ácidos, el pistacho esa textura crujiente que tanto nos gusta y el melocotón y la mermelada ese punto dulce que tanto nos apetece a media tarde o por la mañana.

Los pistachos, además, son el fruto seco más rico en proteínas, aportan gran cantidad de fibra, ácido fólico y grasas saludables. Son perfectos para regular el colesterol malo en sangre.

En primer lugar, monta las claras de los huevos y añade el azúcar. A continuación, agrega una cucharada de aceite y el yogur natural, y continúa montando. Pela la manzana, trocéala, y añádela a la mezcla. Te aconsejamos que la cortes en daditos pequeños. A continuación, añade los pistachos pelados y troceados y mezcla bien. Agrega la harina y la levadura tamizadas y remueve.

Precaliente el horno a 200º. Cubre un molde con papel de horno y echa la mezcla, que no supere la mitad de la altura del molde. Hornea durante 15 minutos a 200º y deja que se tiemple.

Coloca en el vaso de la batidora el almíbar con el melocotón y bate con la batidora. Sirve los bizcochitos y adorna con la mermelada y la mezcla de melocotón y almíbar. Decora con menta.

INGREDIENTES

Tomates rosas o negros de Crimea (tantos como personas vayáis a comer)

80 gramos de piñones

60 gramos de uvas pasas

Picatostes

Aceite de oliva

Sal y pimienta negra molida

Perejil

PREPARACIÓN 

Una receta sencilla, sana, sabrosa y muy sofisticada. Esta receta que te traemos hoy es ideal para compartir, y el claro ejemplo de cómo algo sencillo pueden convertirse en un plato estrella del que todos hablarán.

Es fundamental que para esta elaboración tengas tomates de la variedad rosa o negros de Crimea, por su tamaño y por sus propiedades. Son tomates muy carnosos y jugosos, llenos de sabor. Estos tomates se caracterizan por aportar toques dulzones al plato, ideal para esta receta.

El tomate es un potente antioxidante, es rico en fibra y en vitamina A, B y C, además de contener mucho agua y potasio. Todo ello lo convierte en un alimento estrella para todo tipo de dietas.

Asegúrate de tener piñones y pasas, pues es otro elemento estrella de este plato. Si no, apunta comprar pasas y piñones en tu lista de la compra y manos a la obra.

En primer lugar, debemos precalentar el horno a 180-200º. Lavamos los tomates y cortamos la parte de arriba, que reservaremos a modo de tapadera. Vaciamos la carne de los tomates en un bol, donde lo mezclamos con los picatostes machacados, las pasas, los piñones, el perejil la sal y la pimienta.

Los tomates que habíamos vaciado los disponemos en una bandeja de horno con papel antiadherente, y los rellenamos con la mezcla que acabamos de preparar. Colocamos la tapa que habíamos reservado. Añadimos un chorrito de aceite de oliva por encima de cada tomate y un poquito de sal.

Los tomates deberán estar en el horno aproximadamente 20 minutos.

¡Nuestro consejo es que los sirvas bien calientes!.

comprar kikos - Frutos Secos Salen

INGREDIENTES

Para el pollo:
Pechuga de pollo troceada (no muy finos, en daditos)
Ajo en polvo
Zumo de limón
Sal y pimienta negra molida
Kikos salados Frutos Secos Salen
1 huevo
Aceite para freír

Para la salsa:
1 pepino grande rallado
2 yogures griegos
2 dientes de ajo muy picados
Zumo de un limón
Aceite de oliva
Sal
Un poco de hierbabuena

PREPARACIÓN

Este delicioso aperitivo hará las delicias de los paladares más exquisitos. Ideal para una comida con amigos o para un picoteo en familia. Lo cierto es que es una receta muy sencilla y sabrosa. Fácil de hacer y rápida, no te quitará mucho tiempo y el resultado compensa. Si tienes niños en casa, seguro que te piden que la hagas una y otra vez y es que nadie puede resistirse al crujiente de los kikos y al sabor sorprendente de la salsa casera de yogur que aquí te proponemos.

Además, aunque el pollo vaya frito, se trata de una receta ligera ya que el aderezo de la salsa de yogur contribuye a rebajar la pesadez del frito. Esta salsa que a continuación os contamos es la conocida salsa griega Tzatziki, donde el yogur y el pepino son los ingredientes estrella.
Echa un ojo en la despensa, y ve a comprar kikos si no tienes, porque son la estrella de este plato tan crujiente.

En primer lugar, prepararemos la salsa, que dejaremos enfriando en la nevera. Lo primero que debemos hacer es eliminar el suero del yogur y el agua del pepino, una vez rallado. Una vez eliminado el exceso, lo mezclaremos todo en un bol, junto a 3-5 cucharadas de jugo de limón, una cucharadita de hierbabuena bien picada, el ajo picado y una pizca de sal al gusto. En este punto, cuando todo esté bien mezclado, añadimos un chorrito de aceite de oliva y dejamos reposar en la nevera.

En cuanto al pollo, una vez troceado en daditos, lo adobamos. Para ello, en un bol, añadimos el pollo troceado, la sal, el zumo de limón, el ajo en polvo y la pimienta molida. Tras una hora en adobo, escurrimos los trozos, batimos el huevo y los pasamos por él. En otro recipiente debemos tener los kikos triturados, que nos servirán para rebozar.

En una sartén calentamos abundante aceite y freímos los trozos de pollo pasados por huevo y la harina de los kikos hasta que tomen un color dorado. Preparamos un plato con papel de cocina absorbente y dejamos escurrir el exceso de aceite de la fritura.

Consejo de presentación: prepara un cestito con papel de estraza y coloca los trozos de pollo recién fritos. Espolvorea con un poco de perejil en polvo y sírvelos recién fritos con la salsa acompañándolos.

¡Nadie se resistirá!

comprar cacahuetes - Frutos Secos Salen

INGREDIENTES

300 gramos de cacahuetes pelados, tostados y sin sal de Frutos Secos Salen
3 cucharadas de miel
100 gramos de copos de arroz o avena
100 mililitros de aceite de oliva
1 cucharada de azúcar
Una pizca de sal

PREPARACIÓN

Para la receta que os traemos hoy es fundamental que salgas a comprar cacahuetes si no tienes en la despensa. Y es que vamos a elaborar barritas energéticas caseras.

Estas barritas, tan de moda en los últimos tiempos, es una mezcla perfecta entre sabor y propiedades. El cacahuete, así como la inmensa mayoría de frutos secos, son fuente natural de energía. Debidamente elaborados, son perfectos como snack sano y revitalizante.

Los frutos secos contienen gran cantidad de ácidos grasos esenciales, que el organismo humano no puede sintetizar. Además, encontramos minerales (magnesio, fósforo, potasio, calcio, hierro, zinc y selenio) y no debemos olvidar su potente poder antioxidante. A esto se suman importantes cantidades de proteína y fibra, que ayudan a regular el tránsito intestinal y mejorar la musculatura.

Ideal para deportistas, o para estudiantes que necesitan reponer fuerzas. Para el descanso en el trabajo o como merienda para los más peques, las barritas energéticas de cacahuetes que hoy preparamos darán mucho que hablar.

Además, son fáciles de transportar y no requieren de gran preparación para comerlas. Por todo esto, esta receta se convertirá en una de tus favoritas.

En cuanto a la elaboración, te sorprenderá la rapidez y sencillez. ¡Apto para todos los miembros de la familia!

Lo primero que debes hacer es poner a calentar un cazo. Asegúrate de que sea uno que no se pegue. Ponlo a fuego medio y añade el aceite, la miel, el azúcar, los copos, y los cacahuetes (previamente picados en una picadora) y la sal. Comienza a remover y no pares hasta que veas que se forma una masa pegajosa y semiconsistente. Aproximadamente te llevará unos 5-10 minutos.

Una vez formada esta pasta, rellena un molde rectangular. Vigila que el tamaño sea suficiente para que la masa no quede muy alta (elevación máxima de 3 cm aproximadamente). Extiéndela bien, intentando igualarla por todas las zonas. Deja enfriar por 4-6 horas.

Pasado el tiempo, desmolda y córtalo en barritas rectangulares. Puedes guardarlas todas en un táper o bien servirlas envueltas en papel celofán (mucho más fácil de transportar individualmente).

Si quieres añadir un toque dulce, derrite chocolate de postres en el microondas y una vez líquido, con una cuchara, añade toques por encima o bien deja reposar la barrita en un fondo de chocolate, con la idea de que la base quede impregnada. Vuelve a meter en el frigo un par de horas para que el chocolate cuaje y listas para disfrutarlas.

¡A comer!

Comprar almendras

INGREDIENTES

Para la ensalada:

1 paquete de ensalada de brotes verdes

8-10 tomatitos cherry

Cebolla dulce

Fruta: fresas, piña, manzana y mango

75 gramos de Frutos Secos Salen variados: almendras, nueces, pistachos…

Un puñadito de pasas

Queso parmesano (solo para decorar)

Para la vinagreta:

8 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra

Una cucharadita de miel

Vinagre balsámico de Módena

Sal y pimienta (al gusto)

PREPARACIÓN

Por el título veréis que se trata de una receta bien fresquita, ideal para el verano, y muy sencilla de elaborar. Esta receta da mucho juego, porque podremos adaptar muchos de sus ingredientes en función a nuestros gustos y, sobre todo, a lo que encontremos en la despensa y la nevera.

Una cena con amigos, para ir a la piscina, como acompañamiento de la carne en una barbacoa en cualquier noche de verano… esta ensalada promete convertirse en tu aliada. Además, es rápida y muy fácil, por lo que no tendrás que ser todo un chef para quedar como una reina con este plato.

Los ingredientes fundamentales de esta ensalada son la verdura, los frutos secos y la fruta. Independientemente de que elijamos unos u otros, con ella nos aseguramos un buen aporte de vitaminas, fibra, proteínas y omega 3, entre otros nutrientes. Si no tienes en casa ningún fruto seco, te aconsejamos comprar almendras para esta ensalada, pues queda riquísima.

Ideal para sentirnos saciados, comer variado y cuidar de nuestra línea, todo en uno. Además, es una ensalada ideal para los más peques de la casa: los frutos secos y el colorido final que tendrá la ensalada la hará mucho más divertida y apetecible para estos pequeños paladares.

Lo primero que debemos hacer es lavar, pelar y cortar todas las verduras y frutas. Estas últimas, córtalas a taquitos, así la ensalada quedará mucho más vistosa y apetecible.
Dispón de un bol y ve echando todas las verduras y frutas. No olvides secar las verduras, así evitarás que se te agüe la vinagreta.

Añade, en último lugar, los frutos secos y las pasas. Puedes trocearlos, aunque te recomendamos que no te excedas en el corte, porque siempre es mejor masticar y saborear cada ingrediente. Además, si los echas al final, evitarás que el agua y jugo que sueltan las verduras y frutas hagan que estos pierdan su textura crujiente.

En un bol pequeño aparte, prepara la vinagreta. La idea es conseguir una emulsión homogénea: añade el aceite, el vinagre, la miel y la sal y mueve enérgicamente con unas varillas o tenedor hasta que se integren todos los elementos y quede una vinagreta brillante y ligeramente espesa.

Por último, sirve en platos o cuencos individuales, añade la vinagreta al gusto y si quieres que tus comensales hablen de tu ensalada todo el verano, dale un toque distintivo: espolvorea un poco de parmesano por encima.

¡A comer!